El presidente ucraniano Volodímir Zelenski recorrió partes del oblast de Jersón, en el sur del país, sumergido en inundaciones de gran magnitud tras el colapso presuntamente provocado de la presa de la ciudad de Nova Kakhovka. Desde allí, el mandatario instó a las organizaciones internacionales a cooperar con el rescate y evacuación de los habitantes. Mientras tanto, las autoridades confirmaron que al menos cinco personas han muerto por el desastre y la cifra podría aumentar.
Es una de las mayores crisis ambientales en Ucrania y un punto de inflexión en la guerra rusa.
Tres días después de la destrucción de la central hidroeléctrica y el colapso de la enorme represa de Nova Kakhovka, una localidad invadida por Rusia, en el oblast de Jersón, las autoridades emitieron su primer informe oficial de víctimas mortales: al menos cinco personas han fallecido en medio del desastre y otras dos que habían sido reportadas como desaparecidas fueron encontradas, confirmó el alcalde impuesto por Moscú en la ciudad de Nova Kakhovka, Vladimir Leontyev.
Entretanto, los niveles promedio de cinco metros de agua sumergen pueblos enteros y dejan a miles de personas atrapadas.
Como si fuera poco, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó que las grandes corrientes de agua podrían dispersar minas antipersona –tanto instaladas en la Segunda Guerra Mundial como las situadas en el actual conflicto– río abajo desde la represa, lo que representaría un grave peligro para los civiles en los próximos años.
“En el pasado sabíamos dónde estaban los peligros. Ahora no lo sabemos. Todo lo que sabemos es que están en algún lugar río abajo”, aseguró Erik Tollefsen, jefe de la Unidad de Contaminación de Armas del Comité Internacional de la Cruz Roja.
El funcionario señaló que, además de las minas antipersona, ambas partes del conflicto han utilizado grandes cantidades de proyectiles de artillería y minas antitanque. “No está claro el número exacto de minas en Ucrania, solo sabemos que los números son masivos”, recalcó Tollefsen.
Zelenski llega a las localidades afectadas controladas por Kiev
En medio de este panorama arribó el presidente ucraniano este 8 de junio al oblast de Jersón para examinar la respuesta a la emergencia, incluidos los esfuerzos para evacuar a los civiles, proporcionarles agua potable y evaluar los grandes daños al ecosistema.
«Se discutieron muchos temas importantes. La situación operativa en la región como resultado del desastre, la evacuación de la población de las zonas potencialmente inundables, la eliminación de la emergencia causada por la explosión de la represa y la organización del soporte vital para las áreas inundadas (…) Además, las perspectivas para restaurar el ecosistema de la región y la situación militar operativa en el área del desastre provocado”, señaló Zelenski en un mensaje difundido en Telegram.
Tras visitar un hospital y un punto de distribución de ayuda, Zelenski ordenó a las autoridades proporcionar una «valoración justa» de los daños por inundaciones y desarrollar un esquema para compensar a los residentes cuyas propiedades sufrieron daños o cuyos negocios tuvieron que reubicarse, informó la oficina de la Presidencia.
El río Dniéper, el principal del país invadido y cerca al cual ocurrió el desastre, forma parte de la línea del frente de batalla. Kiev mantiene su autoridad en la orilla occidental o margen derecho, mientras Moscú ocupa la oriental o margen izquierdo.
“Se necesitan esfuerzos a gran escala”
Horas antes, el jefe de Estado emitió un discurso en video en el que subrayó que es “imposible” predecir cuántas personas morirían debido a las inundaciones, en las partes de Jersón ocupadas por las tropas invasoras, e hizo un llamado a una “reacción clara y rápida” de la comunidad internacional frente a las víctimas.
En este sentido, el presidente ucraniano reprochó a la ONU y otras organizaciones al indicar que no se encuentran cooperando en los esfuerzos por sacar a las personas atrapadas. “Nuestros servicios militares y especiales están rescatando a la gente tanto como es posible, a pesar de los bombardeos. Pero se necesitan esfuerzos a gran escala (…) Necesitamos organizaciones internacionales, como el Comité Internacional de la Cruz Roja, para unirse de inmediato a la operación de rescate y ayudar a las personas en la parte ocupada de la región de Jersón”, sostuvo.
Según Zelenski, Moscú no estaría adelantando esfuerzos por ayudar a los civiles afectados, versión desmentida por el Kremlin que indica que en las áreas que administra dos docenas de personas han sido hospitalizadas, 4.280 han sido evacuadas y unos 14.000 edificios se han inundado.
A estas cifras se suman al menos 2.000 residentes evacuados hasta el momento del lado que controla Kiev. El gobernador regional ucraniano, Oleksandr Prokudin, afirmó que las operaciones continúan pese a los bombardeos rusos.
“La gente está cansada (…) No tienen deseos de huir a otras regiones de Ucrania”, aseveró Prokudin.
Lo que se sabe sobre el origen del desastre
Las cifras entregadas por cada parte no han sido verificadas de forma independiente, mientras ambos bandos se acusan mutuamente de lo ocurrido.
Kiev insiste en que no hay duda de la responsabilidad rusa dado que el desastre se originó en el área controlada por los militares rusos y que la causa fue una explosión proveniente del interior de la central hidroeléctrica.
El Kremlin, por su parte, inicialmente no reconoció que se registraran daños, Luego apuntó a bombardeos ucranianos. Y este jueves el presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, un aliado clave del presidente ruso Vladimir Putin, respaldó la afirmación rusa de que Ucrania habría hecho estallar la represa para distraer la atención de lo que describió como un intento fallido de lanzar una contraofensiva.