El gobierno colombiano y el mayor grupo guerrillero que queda en el país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), hicieron oficial este viernes un alto el fuego «nacional», «bilateral» y «temporal».
Este es el principal resultado del tercer ciclo de conversaciones de paz celebradas en Cuba para resolver un conflicto que se remonta a la década de 1960. La ronda, que se inició el 2 de mayo, llegó a buen puerto pese a haber sufrido momentos de turbulencia, como la «pausa» en la mesa anunciada por el ELN tras unas polémicas declaraciones del presidente, Gustavo Petro.
Además, el ciclo logra culminar después de dos prórrogas, la última de ellas el mismo jueves. El alto el fuego se aplicará por fases y entrará plenamente en vigor en agosto. Durará en principio 180 días.
Se trata de la tregua más larga que el gobierno colombiano y el ELN han acordado hasta la fecha.
El jefe negociador del ELN, Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, subrayó que éste «busca un propósito humanitario, rebajar el conflicto para que en Colombia haya un mejor clima para la participación de la sociedad».
Por su parte, el jefe de la delegación gubernamental, Otty Patiño, aseguró que se trata de un paso «crucial» para que el proceso de paz.
De acuerdo con las partes, el cese contempla una primera fase de alistamiento, hasta el 6 de julio, en la que se dará la orden de detener las ofensivas y que se oficializará el tercer día de agosto. La ONU y la iglesia católica supervisarán su cumplimiento.