Más de 100 personas perdieron la vida el 22 de febrero de 2024, tras una redada en torno a un convoy de ayuda humanitaria en la Ciudad de Gaza. Los testigos oculares, así como los oficiales palestinos, señalan que los responsables de la tragedia son miembros de las fuerzas armadas israelíes, quienes dispararon abiertamente en contra de los ciudadanos que ahí se encontraban en búsqueda de comida, mientras que Tel Aviv señala que los fallecimientos responden a una estampida.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 700 individuos fueron heridos, lo cual aumenta la tasa de mortalidad y heridos del conflicto a 30,000 aproximadamente desde su inicio en octubre del 2023.
De acuerdo con expertos, la mayoría de los detalles sobre los hechos ocurridos aún no han sido esclarecidos, dado que las versiones de lo ocurrido varían en función de la fuente consultada. Esta situación aúna a las dificultades de la ya delicada negociación internacional para asegurar el cese al fuego inmediato y permanente, además de agravar el inminente colapso de la sociedad civil en la Ciudad de Gaza.
En vista de las críticas por parte de países como China, Sudáfrica, Alemania y Francia, las Fuerzas de Defensa de Israel emitieron material audiovisual en blanco y negro capturado por drones en el que se muestran a múltiples individuos palestinos corriendo hacia el convoy, mientras este se encontraba en movimiento; otras fuentes audiovisuales, provenientes de diversas redes sociales, muestran en la oscuridad del amanecer a una multitud frenética a lo largo de la calle al-Rashid, ubicada en el suroeste de la Ciudad de Gaza.
Nir Dinar, jefe del departamento de prensa internacional de las Fuerzas de Defensa de Israel, ha comentado que la institución había organizado la llegada de 38 convoyes de ayuda humanitaria provenientes de Egipto, los cuales serían enviados por contratistas privados.
Por otro lado, el personal de salud que labora en los hospitales de la zona apunta a que la mayoría de los heridos y fallecidos que fueron atendidos en las distintas facilidades presentaban heridas de balas.
Esta tragedia ocurre bajo el marco del decaimiento en el número de envíos de ayuda humanitaria al enclave, tras el inicio de las investigaciones en contra de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA, por sus siglas en inglés) en la que Tel Aviv alega que 12 de sus trabajadores participaron en los ataques del 7 de octubre. Aun cuando la agencia despidió de forma expedita a los acusados, más de una docena de países, entre los que se encuentran Alemania, Francia e Italia, retiraron sus donaciones, las cuales conforman casi la mitad del presupuesto de este año de la organización, es decir, 450 millones de dólares, aproximadamente.
Philippe Lazzarini, Comisionado General de la organización, ha advertido que tras el retiro de los fondos, la agencia podría verse forzada a suspender sus actividades para finales de marzo. Tómese en consideración que la UNRWA ha fungido como el proveedor principal de agua, comida y refugio a lo largo de una crisis que ha generado el 85% de los desplazamientos forzados en el territorio palestino.
Asimismo, la Comisión Europea, el tercer donante más importante de la UNRWA después de Estados Unidos y Alemania, ha iniciado dos investigaciones sobre los alegatos de Israel, por lo que a principios del mes de marzo, la organización europea ha liberado, únicamente, la mitad del pago destinado para financiar la ayuda humanitaria en Gaza, es decir, 54 millones de dólares, con el fin de distribuir los 82 millones de euros restantes en dos pagos más a lo largo del año.
Por otro lado, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, declaró el primero de marzo que planea enviar un suministro de ayuda humanitaria por paracaídas a Gaza, dado que considera que el flujo de ayuda en el enclave es insuficiente.
FUENTES: DW, The Washington Post, AP News, CBS News,