La escalada en Oriente Medio sigue intensificándose. El ejército israelí golpeó, durante la madrugada de este martes, decenas de objetivos del movimiento chiíta libanés Hezbollah. Según las Fuerzas de Defensa de Israel, después de que se dispararan misiles desde el Líbano hacia la región de Afula y los valles del norte de Israel, varios «aviones de guerra atacaron decenas de lugares» en territorio libanés.
«Durante la madrugada, el ejército alcanzó a decenas de objetivos de Hezbolá en varias regiones del sur del Líbano», indicaron las fuerzas israelíes en un comunicado a través de las redes sociales.
«Los aviones de guerra atacaron a decenas de lugares» en varias zonas del sur del Líbano, añadieron las autoridades, señalando que el movimiento chiíta también había lanzado ataques contra territorio israelí durante la noche. El mismo comunicado dijo que durante los ataques hubo explosiones secundarias que indican «la presencia de armas almacenadas en los edificios».El ejército también dijo que la artillería y los tanques alcanzaron objetivos cerca de las ciudades de Ayta Ash Shab y Ramyeh, en el sur del Líbano.
Ya el lunes Israel había bombardeado el Líbano, afirmando haber alcanzado cerca de 1.600 objetivos de Hezbolá, en uno de los ataques transfronterizos más intensos en casi un año. Según las fuerzas israelíes, los ataques apuntan a objetivos de Hezbolá, que ha lanzado misiles contra Israel en apoyo de Hamas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo al gabinete de seguridad el lunes que el objetivo de estas operaciones militares en el Líbano es eliminar a «Hezbolá de la guerra con Hamas».
El fuego cruzado entre Israel y Hezbolá -que prometió seguir atacando a Israel «hasta el final de la agresión en Gaza», abriendo un segundo frente de batalla en la región para el ejército israelí- aumentó de intensidad desde la ola de explosiones simultáneas de equipos de comunicación (primero, buscapersonas y luego walkie-talkies), atribuidas a Israel, que en todo el Líbano dejaron 39 muertos y casi 3.000 heridos, el 17 y 18 de septiembre, según las autoridades libanesas.
El viernes, el bombardeo israelí de un edificio en los suburbios del sur de Beirut mató a 16 miembros de la fuerza de élite de Hezbolá, incluido el líder Ibrahim Aqil. El saldo total fue de 45 víctimas mortales, incluidos civiles, según las autoridades libanesas.
Estos son los peores enfrentamientos entre Israel y Hezbolá desde la guerra de 2006. El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, advirtió de que la escalada del conflicto entre Israel y el Líbano está al borde de una guerra total, afirmando que se necesitan fuertes esfuerzos de mediación diplomática para evitar el camino de la guerra.