El próximo 4 de febrero se da inicio a uno de los procesos electorales con más expectativas en Latinoamérica: El Salvador. Con un poco más de 6 millones de ciudadanos llamados a las urnas, los salvadoreños elegirán al próximo presidente de la nación, así como a su vicepresidente y 60 diputados de la Asamblea Legislativa.
Nayib Bukele, actual jefe de Estado y candidato por el partido Nuevas Ideas, busca un segundo mandato amparado por un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en el año 2021, acción que ha sido rechazada por la oposición salvadoreña, quien se respalda en 6 artículos de la Carta Magna que prohíben la reelección presidencial.
A lo largo del proceso, según el Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, existen otras 5 candidaturas para el período presidencial 2024-2029, las cuales tendrían que obtener el 50%+1 de los votos válidos para ganar: Manuel Flores, biólogo, fundador del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), alcalde de Quezaltepeque desde el 2003 al 2012 y diputado de la Asamblea Legislativa por 9 años; Joel Sánchez, militante del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), licenciado en Administración de Empresas quien cuenta con poca trayectoria política; José Renderos, médico obstetra, pertenece al partido Fuerza Solidaria; Luis Parada, candidato del partido Nuestro Tiempo, militar retirado y abogado especialista en litigios y arbitrajes internacionales; y Mariana Murillo, arquitecto, es la candidata del partido Fraternidad Patriótica Salvadoreña.
Diferentes sondeos realizados a lo largo del país centroamericano señalan que el sistema pudiese convertirse en un de partido hegemónico con una oposición lánguida y con una rápida desaparición de los partidos más pequeños. Según la encuesta del Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia (UFC), Bukele obtuvo 70,9% de la intención del voto, seguido de Manuel Flores con 2,9%; y de Joel Sánchez, quien obtuvo el 2,7%; mientras que en la simulación del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), el partido Nuevas Ideas obtuvo 81,9% de intención de voto; con 4,2% se encuentra el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, y después, con 3,4% la Alianza Republicana Nacionalista.
Asimismo, las elecciones del 4 de febrero definirán la conformación de los escaños de la Asamblea Legislativa, la cual, a partir del 1ro de mayo, será conformada por 60 diputados vs. los 84 que tiene en la actualidad. Dicho cambio responde a la reforma de junio de 2023, donde también se reorganizó el sistema de asignación de escaños en función de la división del número de votos de los 14 departamentos entre el número de diputados a elegir por cada uno de estos.
De acuerdo con Ruth López, abogada constitucionalista, la oposición salvadoreña se presenta a las urnas de forma desarticulada dado diversos obstáculos financieros, por el carácter desigual de la campaña electoral en cuanto a la repartición y uso de recursos públicos para favorecer a algunos partidos, así como por la negación de la deuda política a los partidos de oposición, el cual, de acuerdo con el artículo 210 de la Constitución, es un mecanismo de financianciamiento para los partidos políticos de acuerdo a la cantidad de votos válidos que obtengan en las elecciones previas.
Fuentes: CNN, Bloomberg, Los Ángeles Times.