A nivel internacional esta nueva herramienta tecnológica está experimentando un crecimiento vertiginoso. Con avances significativos que modifican diversos aspectos de la sociedad. La inteligencia artificial (IA) es un sistema que puede realizar actividades que requieren inteligencia humana. Estos sistemas pueden percibir su entorno, razonar sobre el conocimiento, procesar la información derivada de los datos y tomar decisiones para lograr un objetivo dado.
La IA plantea una serie de desafíos para los derechos humanos y en el campo de derecho internacional humanitario. A pesar de que es una gran herramienta también puede causar algunos desafíos. A medida que se integra cada vez más en nuestras vidas (IA), es necesario considerar cómo esta tecnología puede afectar todo los aspectos de la vida humana en los intelectual y emocional. Por eso es fundamental que se garantice su uso responsable con leyes, normas y una educación adecuada. La IA está cambiando radicalmente el mundo del trabajo, creando tanto oportunidades como desafíos, es fundamental comprender cómo esta tecnología está reconfigurando el mercado laboral y cuáles son las implicaciones para los trabajadores y las empresas. En este sentido el ser humano en su educación debe desarrollar habilidades digitales, como programación, análisis de datos y pensamiento crítico, fermentar el aprendizaje será esencial para mantenerse actualizado en un mercado laboral en constante evolución. Asimismo, el generar habilidades sociales y emocionales donde la creatividad, la comunicación y la colaboración, serán cada vez más valoradas.
Los gobiernos y las empresas tienen un papel fundamental en la gestión de la transición a establecer principios éticos para el uso de esta tecnología. La Unión Europea es un marco pionero que ha dado un paso significativo en la regulación de ( IA) con la aprobación de Ley general que obliga a los 27 Estados miembros de esta institución regional. Esta legislación representa uno de los primeros intentos a nivel mundial de establecer un marco normativo integral para el desarrollo y uso de esta tecnología.
Mediante esta acción se quiere obtener la protección de los ciudadanos: La ley prioriza la seguridad y los derechos de los ciudadanos europeos, estableciendo salvaguardas para evitar el uso de la IA de manera que pueda ser perjudicial o discriminatoria.
En Venezuela y América Latina son necesarias leyes nacionales y comunitarias para el fomento de la innovación responsable: Al proporcionar un marco claro y predecible, las leyes buscarán fomentar la innovación en el campo de la IA, pero al mismo tiempo garantizar que se desarrolle de manera ética y responsable.
Deberá establecer los estándares globales y garantizar el uso seguro y ético de la IA. Estas leyes deben estar diseñadas para moderar la producción, comercialización y uso de sistemas basados en inteligencia artificial, asegurando que se utilicen de manera responsable y ética.
Igualmente establecer condiciones para la innovación y competencia equitativa: donde se trate de crear un entorno que favorezca la innovación en el sector de la IA, permitiendo que tanto startups como pequeñas y medianas empresas puedan competir en el mercado emergente.
Las leyes deberán categorizar los sistemas de IA en función de su potencial para causar daño a la sociedad, estableciendo diferentes niveles de regulación según el riesgo que representen (riesgo limitado, alto riesgo e inaceptable).
Obligar a los desarrolladores a ser claros sobre cuándo los usuarios están interactuando con una máquina y cuándo están ante contenido generado por IA, lo que busca mitigar los peligros de manipulación y desinformación
Regular el uso de IA en contextos sensibles: La ley prohíbe el uso de IA para vigilancia policial predictiva y otros usos que puedan discriminar o clasificar a las personas de manera perjudicial
Fomentar la innovación para apoyar la ley, está diseñada para apoyar a las startups y pequeñas y medianas empresas (PYMES) al proporcionar un marco regulatorio que les permita desarrollar y comercializar soluciones de inteligencia artificial de manera segura y ética. Esto puede facilitar la entrada de nuevos actores al mercado
Al establecer normas claras y justas para el uso de la IA, las leyes buscarán nivelar el campo de juego entre grandes corporaciones y pequeñas empresas. Esto puede ayudar a las startups a competir más efectivamente en un mercado que, de otro modo, podría estar dominado por grandes empresas con más recursos.
Las nuevas leyes deberán ofrecer oportunidades, también impone ciertas obligaciones de cumplimiento que las startups y PYMES deberán seguir. Esto incluye la necesidad de cumplir con requisitos de transparencia y gestión de riesgos, lo que podría representar un desafío para aquellas con recursos limitados.
Las leyes podría facilitar el acceso a financiamiento y apoyo para startups que desarrollen tecnologías de IA, ya que se espera que los inversores busquen empresas que cumplan con las nuevas normativas y que estén alineadas con un enfoque ético y responsable en el uso de la IA
Las startups también deben ser conscientes de las sanciones por incumplimiento, que pueden ser significativas. Esto podría llevar a una mayor necesidad de asesoría legal y cumplimiento normativo, lo que podría ser un desafío para empresas más pequeñas con menos recursos.
La Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea podría influir en la regulación de la IA a nivel global de varias maneras.
Establecimiento de un estándar global: Al ser la primera ley de su tipo en el mundo, se espera que sirva como modelo para otros países y regiones que buscan regular la inteligencia artificial. Esto podría llevar a la adopción de normativas similares en otras jurisdicciones, estableciendo un estándar global para la regulación.
Influencia en políticas internacionales: La legislación europea podría influir en las discusiones y políticas internacionales sobre la regulación de la IA, promoviendo un enfoque más coordinado y armonizado entre diferentes países. Esto podría facilitar la cooperación internacional en temas relacionados con la ética y la seguridad de la IA .
Presión sobre empresas globales: Las empresas que operan a nivel internacional tendrán que cumplir con las regulaciones de la UE si desean acceder a su mercado. Esto podría llevar a que estas empresas adopten prácticas de cumplimiento más estrictas en otras regiones, incluso donde no existen regulaciones similares, para mantener la coherencia en sus operaciones.
Fomento de la ética en la IA: La ley enfatiza la importancia de un uso ético y responsable de la IA, lo que podría inspirar a otros países a considerar la ética como un componente clave en sus propias regulaciones. Esto podría resultar en un enfoque más centrado en el ser humano en el desarrollo y uso de tecnologías a nivel global.
Desarrollo de un marco regulatorio más robusto: A medida que más países miren hacia la legislación de la UE como un modelo, podría surgir un marco regulatorio más robusto y coherente a nivel global, lo que facilita la innovación y la competencia en el sector de la IA, al tiempo que se mitigan los riesgos asociados.
En Venezuela y América Latina debemos establecer una definición precisa de la IA en el ámbito de la aplicación en sectores como salud, educación, seguridad, economías, finanzas y cooperación internacional igualmente garantizar que el uso de la IA respete los derechos fundamentales y se niegue en uso militar de las misma para confrontaciones y guerras. La ley debe establecer criterios estrictos sobre la recolección, almacenamiento y uso de datos personales. Deberían establecer la responsabilidad legal por daños causados y la creación de mecanismo de supervisión estas leyes deben promover la investigación y el desarrollo en IA, con la necesaria colaboración internacional. Por eso es importante conocer y estudiar la normativa aprobada por la UE y otras leyes nacionales como la ley EE.UU. Sobre responsabilidad algorítmica frente a los riegos de la IA. De China podemos estudiar la normativa para la IA en materia de salud, educación y trabajo enfocándose en la seguridad nacional.
En Venezuela haremos llegar oportunamente algunas sugerencias para la futura ley de la IA que además debe incluir no solo parlamentarios y al gobierno, sino a toda la sociedad civil, incluyendo el aporte de las universidades públicas y privadas.