Taiwán activó sus sistemas de defensa el jueves después de informar que 37 aviones militares chinos entraron en la zona de defensa aérea de la isla, algunos de los cuales volaron hacia el Pacífico occidental, en la última incursión aérea masiva de Beijing.
China, que considera a Taiwán gobernado democráticamente como su propio territorio, durante los últimos tres años ha llevado regularmente su fuerza aérea a los cielos cerca de la isla, aunque no al espacio aéreo territorial de Taiwán.
El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que desde las 5 a.m. (2100 GMT del miércoles) había detectado 37 aviones de la fuerza aérea china, incluidos cazas J-11 y J-16, así como bombarderos H-6 con capacidad nuclear, que volaban hacia la esquina suroeste de su zona de identificación de defensa aérea, o ADIZ.
ADIZ es un área más amplia que Taiwán monitorea y patrulla para dar a sus fuerzas más tiempo para responder a las amenazas.
Algunos de los aviones chinos volaron hacia el sureste de Taiwán y cruzaron hacia el Pacífico occidental para realizar «entrenamiento de navegación de larga distancia y vigilancia aérea», dijo el ministerio en un comunicado.
Taiwán envió sus aviones y barcos para vigilar y activó los sistemas de misiles terrestres, agregó, utilizando su redacción estándar sobre cómo responde a dicha actividad china.
El Ministerio de Defensa de China no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
China completó una segunda fase de patrullas aéreas conjuntas con Rusia sobre el Pacífico Occidental el miércoles, luego de los vuelos del día anterior sobre el Mar de Japón y el Mar de China Oriental, lo que generó preocupación en Japón sobre su seguridad nacional.
Laura Rosenberger, presidenta del Instituto Estadounidense en Taiwán, que administra la relación no oficial entre Washington y Taipei, visitará Taiwán esta semana.
El lunes, dijo a los medios de Taiwán que Estados Unidos tenía un interés permanente en preservar la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y que seguiría armando a la isla, una fuente de fricciones constantes en los lazos chino-estadounidenses.
En abril, China realizó juegos de guerra en Taiwán luego de un viaje a Estados Unidos de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.
El gobierno de Taiwán rechaza los reclamos de soberanía de China y dice que solo el pueblo de la isla puede decidir su futuro.