Veinte años han transcurrido desde el día en que se abre un parteaguas en la historia contemporánea de España, con las heridas todavía sin sanar y una memoria colectiva viva ante el suceso, los españoles se reúnen en distintos puntos del país, y Europa, para recordar y honrar a las víctimas del atentado terrorista del 11 de marzo del 2004.
Distintas estaciones de los trenes de cercanía que conforman en sistema de transporte público de Madrid, pero particularmente la Estación de Metro de Atocha, fueron los escenarios del detonamiento de 13 bombas coordinadas por células del grupo terrorista yihadista, acto en el que fallecieron 192 personas y resultaron heridos más del 1800 individuos.
“En ese momento no se te pasa nada por la cabeza, me quedé desparramado en el suelo y me quería levantar pero no podía, pensé que había perdido partes de mi cuerpo, me palpé y estaba entero, sin embargo me resultaba imposible ponerme de pie, estaba completamente bloqueado, esperé a que vinieran los servicios de emergencias” recuerda uno de los sobrevivientes de la exploción.
Según señalan los expertos, dado el contexto de la lucha histórica española en contra de las actividades del grupo separatistas vasco ETA, los ataques por parte del grupo yihadista fueron inesperados para los oficiales españoles, quienes tenían como prioridad atender la amenaza doméstica. Sin embargo, a inicios del 2003, José María Aznar tomó la decisión de involucrar a España en la invasión a Irak, liderada por Estados Unidos, aun cuando la población se oponía a la guerra, al enviar más de 1000 soldados apelando a razones de seguridad y amenazas globales. Asimismo, previo a los ataques, hubo manifestaciones masivas en oposición a los hechos del Oriente Medio que afectaron de manera peyorativa a la administración de Aznar.
Este acto se vió envuelto en particulares polémicas políticas y sociales, dado el manejo de la coyuntura por parte de los líderes del país en aquel momento, el cual fue señalado por expertos, como poco transparente y “utilizado en provecho del contexto electoral” para inclinar los votos a un lado de un espectro político en particular. Esto fue recibido por los familiares de las víctimas y la sociedad española de manera poco favorable, por lo que los resultados electorales fueron definidos a favor de José Luis Rodríguez Zapatero, militante del PSOE.
Jamal Zougam y Otman el Gnaoui son los nombres de los autores materiales del atentado, siendo condenados a prisión en cadena perpetua; por otro lado, José Emilio Suárez Trashorras, oriundo de Asturias, está condenado por ser cooperador necesario, dado que fue quien facilitó los explosivos, en conjunto con otros 18 integrantes de la célula yihadista. Sin embargo, en el juicio fue imposible determinar a un culpable como autor intelectual del atentado.
Estos actos supusieron un punto de inflexión en las políticas y estrategias europeas para la lucha en contra del terrorismo, dado que fungió como acto de consciencia, abrupto y sangriento, sobre el poder y capacidad de la amenaza terrorista islamista en Europa. Desde ese momento, desde los gobiernos europeos y las instituciones internacionales se ha invertido recursos, no únicamente monetarios sino intelectuales, en las agencias policiales y antiterrorista de la región, con el fin de abordar el panorama de una amenaza latente.
En la última década, la respuesta conjunta de Europa ha dado paso a la realización de investigaciones y operaciones policiales en contra de redes y tramas terroristas en toda una región que hasta 2004 se pensaba intocable por estas acciones, a pesar de lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001, dado que se pensaba que se trataban de hostilidades dirigidas únicamente en contra de Estados Unidos.
Este año, el gobierno español ha decidido honrar a las víctimas, sus familias, el trabajo de los servicios de emergencia y de los cuerpos de seguridad con múltiples actos solemnes en la Calle Téllez, distrito El Retiro, en el que han estado presentes figuras importantes de la política española como el Rey Felipe VI, la Reina Letizia y Pedro Sánchez, así como Ylva Johansson, comisaria del Interior, y oficiales de la Unión Europea.
Actualmente, el 11 de marzo es conmemorado internacionalmente como el Día Europeo en Recuerdo a las Víctimas del Terrorismo, con el fin de honrar a los fallecidos y sus familiares, así como para sensibilizar a la sociedad civi sobre la lucha contra el radicalismo y el terrorismo.
FUENTES: El País, EURO News, RTVE, France 24.