El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, dijo el martes que usaría decretos, referéndums y otras herramientas para cumplir su promesa electoral de reactivar la economía en apuros del país, sin pasar por la asamblea nacional, donde los legisladores rechazaron sus propuestas.
Los comentarios del exbanquero conservador se produjeron después de que la asamblea rechazara la semana pasada un proyecto de ley de inversión que los opositores de Lasso denunciaron como una privatización de los bienes públicos.
«Lo que me muestra es que de aquí en adelante debo gobernar sin considerar que existe la Asamblea Nacional», dijo Lasso durante una entrevista radial semanal. “Es evidente que lo que quieren es bloquear al gobierno nacional”.
“Es claro que el gobierno debe encontrar la manera, su propio rumbo, para buscar el bienestar de los ecuatorianos y no perder el tiempo enviando más leyes a la asamblea”, agregó.
La constitución le permite usar decretos para gobernar, dijo, e incluso poner leyes rechazadas por los legisladores directamente al pueblo ecuatoriano en referendos.
Los legisladores han rechazado cinco leyes importantes, incluidos proyectos de ley relacionados con la seguridad y la educación superior, desde que Lasso asumió el cargo en mayo del año pasado.
Las relaciones entre el presidente y los legisladores se agriaron aún más el fin de semana, cuando Lasso solicitó al fiscal general que investigue a cinco legisladores y un asesor del partido indígena Pachakutik por supuestamente buscar favores económicos a cambio de su apoyo a la ley de inversiones.
Lasso busca atraer miles de millones de dólares en inversiones en telecomunicaciones, energía, minería y petróleo, que, según él, son clave para enderezar las finanzas del país y crear los 2 millones de empleos que prometió durante su mandato. También ha prometido una reforma laboral, que actualmente está discutiendo con los sindicatos.