Rusia dijo que elaborará arreglos prácticos para que las empresas extranjeras paguen su gasolina en rublos, lo que aumenta la probabilidad de interrupciones en el suministro ya que las naciones occidentales han rechazado hasta ahora la demanda de Moscú de un cambio de moneda.
La orden del presidente Vladimir Putin la semana pasada de cobrar en rublos a las naciones «enemigas» por el gas ruso ha impulsado la moneda después de que cayó a mínimos históricos cuando Occidente impuso sanciones radicales contra Moscú por su invasión de Ucrania.
La presidenta de la cámara alta del parlamento de Rusia, Valentina Matviyenko, dijo que Moscú estaba lista si Europa se negaba a comprar energía rusa y podía redirigir los suministros a los mercados asiáticos, entre otros, informó la agencia de noticias TASS.
Los países europeos, que en su mayoría pagan en euros, dicen que Rusia no tiene derecho a renegociar contratos. El grupo de naciones G7 rechazó las demandas de Moscú esta semana.
Los precios del gas al por mayor en Europa aumentaron aún más esta semana por la preocupación de que el suministro podría detenerse, aunque hasta ahora Rusia ha cumplido con las obligaciones contractuales para las ventas de gas a Europa.
Peskov dijo que, de acuerdo con la fecha límite del 31 de marzo establecida por Putin para los pagos en rublos, «todas las modalidades se están desarrollando para que este sistema sea simple, comprensible y factible para los compradores europeos e internacionales respetados».
Los países del G7 instaron a las empresas a no aceptar pagos en rublos y dijeron que la mayoría de los contratos de suministro estipulan euros o dólares.
La Comisión Europea dijo la semana pasada que estaba evaluando escenarios que incluían una interrupción total del suministro de gas ruso el próximo invierno, como parte de su planificación de contingencia para crisis de suministro.